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USAID supported the creation of the Instituto Superior de Agricultura (ISA)

El 11 de enero de 1962 fue el punto de partida de la larga relación entre la USAID y la República Dominicana.  El Ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Sr. Ambrosio Álvarez Aybar, y el Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo en ese momento, Sr. John Calvin Hill, firmaron el acuerdo bilateral que creó una de las primeras misiones de USAID en el mundo.  

Desde entonces, en las últimas seis décadas, USAID ha hecho importantes aportes al desarrollo económico, político y social de la República Dominicana.  La agencia ha contribuido a fortalecer diversas instituciones públicas y privadas del país.  En este artículo, nos adentraremos en el trabajo de la agencia en los últimos 60 años, y en el enfoque de la agencia para los próximos años.

El inicio: los años 60.

En sus inicios, la ayuda total de USAID para la República Dominicana consistía en 418 millones de dólares a través de préstamos, donaciones, pagos en moneda local y garantías de préstamos.  Con el golpe de estado del gobierno dominicano en septiembre de 1963, y la incertidumbre e inestabilidad de los años siguientes, el gobierno de Estados Unidos redujo el volumen de su asistencia a sólo 5 millones de dólares y se centró en ayudas al sector privado.  En 1965, el conflicto civil y la intervención militar estadounidense en la República Dominicana contribuyeron a aumentar drásticamente los niveles de financiamiento de la USAID Los Estados Unidos destinó más de 189 millones de dólares en un período de 17 meses para mantener a la República Dominicana a flote.  Estos gastos ayudaron a financiar el pago de salarios y la implementación de programas de asistencia de emergencia en colaboración con la Organización de Estados Americanos.  
 
Asociaciones público-privadas: A pesar de la incertidumbre política de los primeros años, la cooperación de la USAID con la República Dominicana ayudó a desarrollar asociaciones de ahorro y préstamo, promover la inversión privada y fortalecer las instituciones agrícolas públicas y privadas.  La ayuda de USAID también contribuyó a promover la inversión pública y privada en educación, administración pública y fiscal, seguridad ciudadana, salud, riego, agricultura, desarrollo rural y la creación de una base de recursos humanos agrícolas cualificados.  
 
Agricultura: Como primer paso en el camino hacia el desarrollo, la USAID concedió un préstamo de 500,000 dólares a la Asociación para el Desarrollo de Santiago (APEDI), una asociación de líderes y defensores socialmente comprometidos.  Este préstamo condujo a la creación del Instituto Superior de Agricultura (ISA), ahora conocido como Universidad ISA.  El apoyo a APEDI contribuyó a fortalecer la capacidad de la Universidad ISA, que sigue siendo líder y promotora de la agenda de desarrollo económico, político y social de la región del Cibao.  En colaboración con el Instituto Superior de Agricultura, la USAID ofreció becas a la Universidad de Texas A&M en Estados Unidos.  Los graduados de este programa pionero apoyado por USAID son ahora figuras clave en el desarrollo agrícola y económico de la República Dominicana, representantes gubernamentales de alto nivel, socios implementadores de la USAID y ministros.
 
Desarrollo institucional: Además de APEDI, se crearon, fundaron y reforzaron varias instituciones, tales como:

  • el Centro de Investigación y Mejora de la Producción (CIMPA), un laboratorio ganadero experimental;
  • Plan Sierra, un importante programa forestal;
  • la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), la primera universidad católica privada;
  • Financiera Dominicana, una organización privada que luego se convertiría en dos grandes bancos dominicanos, el Banco Popular y el Banco del Progreso;
  • el Consejo Nacional de Población y Familia, centrado en la planificación familiar;
  • el Banco Nacional de la Vivienda, ahora conocido como Banco de Desarrollo y Exportación (BANDEX), que en su momento proporcionó financiación para viviendas de clase media;
  • el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP);
  • la Dirección General de Desarrollo Comunitario;
  • el Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), para la estabilización de los alimentos;
  • el Instituto Nacional de Acueductos (INAPA).;
  • la Liga Municipal Dominicana, y
  • la Corporación de Desarrollo Industrial.  

 
Además de apoyar a la banca privada, USAID también apoyó a la banca pública concediendo un préstamo de 5 millones de dólares al Banco Central de la República Dominicana. El Banco Central ayudó a crear el Fondo de Inversión para el Desarrollo Económico, que apoya las iniciativas del sector privado.  Varias empresas importadoras ubicadas en la Zona Industrial de Herrera de Santo Domingo, fueron financiadas a través de este fondo.  Todas las instituciones del sector público y privado mencionadas, así como las organizaciones no gubernamentales, a excepción del Banco del Progreso, están en funcionamiento y son líderes en sus respectivos campos. 
 

Doctor examines pregnant patient's belly.

Década de los 70: Mejora del acceso de los dominicanos a necesidades básicas

En la década de 1970, casi diez años después del inicio de la cooperación de USAID, la agencia se centró en mejorar la agricultura, la salud, la educación, la nutrición y la planificación familiar. Estas iniciativas pretendían elevar el nivel de vida y satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones vulnerables.  Gran parte de la desnutrición y los problemas de los niños en esta década estaban relacionados con la falta de proteínas en su alimentación, por lo que USAID desarrolló proyectos de producción ganadera (especialmente de pollo y cerdo), y fortaleció la industria de productos lácteos.  


Agricultura: Con la aprobación de la Ley PL480 Título XII en 1975, el Congreso de los Estados Unidos impuso a las universidades agrícolas americanas trabajar con los países en desarrollo para aumentar la producción de alimentos.  Además de este apoyo, se concedieron préstamos por un total de 44,2 millones de dólares para el desarrollo y la comercialización de la agricultura.  Se llevaron a cabo proyectos con el gobierno dominicano y organizaciones no gubernamentales para erradicar la peste porcina.  La USAID, la Universidad de Texas A&M, el ISA y la Secretaría de Agricultura (ahora Ministerio de Agricultura) pusieron en marcha un programa de rehabilitación de granjas para aumentar la producción de habichuelas, maíz, semillas oleaginosas y cacao.  Cientos de estudiantes del ISA fueron enviados a Estados Unidos para formarse en ciencias agrícolas.  

Salud: Además de contribuir a la nutrición y al desarrollo agrícola, la USAID concedió dos grandes préstamos al sector sanitario y desarrolló un programa de sistemas de gestión sanitaria basado en un programa anterior de 1968 sobre atención materno-infantil.  La USAID también lanzó el programa Mujeres en el Desarrollo (MUDE) para ayudar a las mujeres pobres que viven en zonas rurales con la salud, la educación y el desarrollo de microempresas.  MUDE se convirtió en una de las instituciones más dinámicas en la lucha por los derechos de las mujeres dominicanas.  

 

Educación: En el ámbito de la educación, la USAID ayudó a establecer FUNDAPEC, que ofrece préstamos educativos y servicios de crédito a estudiantes universitarios a través de APEC, una institución educativa gestionada por el sector privado.  Junto con el Proyecto Integral de Desarrollo Educativo (PIDE), USAID formó a 2,400 maestros de primaria y construyó más de 1,100 aulas en zonas rurales del país.  Además, con el programa de formación de posgrado en gestión de la PUCMM, USAID apoyó cursos de posgrado en administración pública y empresarial, economía y desarrollo de microempresas.  

Asistencia en casos de desastres: En agosto de 1979, al final de la década, cuando los huracanes David y Federico azotaron la República Dominicana, la USAID prestó asistencia inmediata.  La Agencia apoyó las reparaciones tras los graves daños sufridos por viviendas, carreteras, puentes y otras infraestructuras, y reconstruyó la producción agrícola afectada.

Crecimiento económico: Con una situación económica deteriorada debido a los bajos precios de las exportaciones dominicanas (azúcar, café, bauxita) junto con los altos precios del petróleo y los efectos de las condiciones meteorológicas extremas, la USAID cambió su enfoque para trabajar en la reforma de la política macroeconómica dominicana.  Las iniciativas se desarrollaron para apoyar la recuperación económica mediante la creación de un entorno de exportación favorable a través del diálogo político.  Además, la USAID promovió el comercio a través de la reforma normativa y el mantenimiento de políticas orientadas al mercado, y los proyectos agrícolas se centraron en la diversificación de las exportaciones agrícolas, especialmente de los cultivos no tradicionales.  Las políticas y prácticas de gestión del agua respetuosas con el medio ambiente también se convirtieron en una prioridad para los proyectos de USAID en esta década. 

Los años 80 y las iniciativas para el desarrollo

Agricultura: En la República Dominicana, los cambios en la dirección del gobierno impiden a menudo que las instituciones gubernamentales sean directamente responsables de la ejecución de los proyectos de la USAID.  Se concedió una subvención de 5 millones de dólares a la Secretaría Técnica de la Presidencia para financiar titulaciones en ciencias agrícolas con el fin de reforzar las capacidades de investigación, difusión y ejecución de programas de las instituciones agrícolas.  Con la caída de los precios del azúcar, se concedió una subvención de 3,5 millones de dólares para la diversificación del azúcar al Consejo Nacional del Azúcar dominicano, en un esfuerzo por crear capacidad institucional y buscar métodos de producción alternativos.  

La década de los 80 representó otro período de fuerte asistencia de la USAID en el sector agrícola.  La USAID proporcionó más de 22 millones de dólares en subvenciones y préstamos al Grupo Consultivo Agrícola y al Banco Central Dominicano para promover la expansión del sector agroindustrial.  Además, se concedió una subvención de 1,2 millones de dólares a la Secretaría de Agricultura (ahora Ministerio de Agricultura) para establecer y fortalecer el Consejo Nacional de Agricultura y una Unidad de Política Agrícola que proporcionara recomendaciones de política agrícola a la administración.  

Además, en junio del 1983 se inició el Proyecto de Gestión del Agua en las Zonas Agrícolas, financiado con un préstamo de 12 millones de dólares de la USAID, que proporcionó a los agricultores las tecnologías necesarias para regar sus propias explotaciones, eliminando el control estatal del agua en la producción agrícola de las pequeñas explotaciones, algo que había sido habitual durante décadas.  El proyecto fue ejecutado por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos dominicano (INDRHI) con la asistencia técnica de la Universidad Estatal de Utah.  El proyecto fue un gran éxito y demostró a las autoridades dominicanas que los agricultores podían gestionar y regar sus propias tierras. 

Desarrollo económico: En 1985, la USAID colaboró con la Oficina de Empresas Privadas y una organización no gubernamental local para proporcionar formación y asistencia técnica con el fin de establecer las primeras zonas francas en la República Dominicana.  Estas zonas se encuentran ahora entre los principales empleadores, exportadores y productores de divisas del país.  Los programas de formación abarcaron el comercio, la promoción de las exportaciones, la inversión y la gestión empresarial.  Esta iniciativa incluía una subvención de 6,6 millones de dólares para mejorar el clima empresarial en la República Dominicana.  La iniciativa promovió los vínculos entre las zonas francas y las empresas nacionales, atrajo la inversión extranjera y fortaleció el sector exportador para producir productos no tradicionales a través del Consejo del Sector Público y Privado, conocido hoy como la Dirección General de Alianzas Público-Privadas.  La USAID promovió el desarrollo de microempresas a través del financiamiento de ADEMI, la Fundación Dominicana para el Desarrollo (FDD) y FONDOMICRO.  Estas tres organizaciones siguen siendo los principales promotores y defensores del desarrollo de la microempresa en la República Dominicana.  

En 1988, la USAID concedió una subvención al Banco Central para ayudar a establecer un mecanismo eficiente de conversión de deuda que incluía la formación de profesionales de la banca para operar el sistema; y en 1986, con el fin de aumentar las capacidades técnicas y de gestión para una economía de exportación, USAID prestó 15 millones de dólares a FUNDAPEC y al Consejo Nacional de Empresarios, hoy conocido como Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP).  

La USAID continuó su apoyo al pueblo dominicano en 1987 cuando aprobó el programa de Agricultura Comercial, destinado a aumentar la producción de cultivos no tradicionales, promover los vínculos de los agricultores con la agroindustria y aumentar el acceso a la tecnología mejorada y al crédito.  El programa consistía en un préstamo de 10 millones de dólares al Gobierno de la República Dominicana para establecer un fondo de crédito puente para la agroindustria, una subvención de 2,1 millones de dólares al Banco Central para promover el desarrollo y la expansión de las instituciones financieras rurales, y una subvención de 2,6 millones de dólares a la Fundación para el Desarrollo Agrícola para promover la investigación en cultivos no tradicionales y mejorar la capacidad técnica de la organización.  Uno de los objetivos de la Universidad ISA a finales de los 80 era aumentar la mano de obra formada en el Centro de Desarrollo y Formación Rural (CADER).  La USAID reservó una subvención de 12 millones de dólares en el marco del programa de Asociación Universitaria de Agronegocios para financiar este objetivo.  

Educación: En 1981, USAID concedió un préstamo de 4,5 millones de dólares a FUNDAPEC para impartir formación técnica profesional a poblaciones marginadas en zonas prioritarias. Además, en 1989, la USAID concedió a la Universidad PUCMM 6,5 millones de dólares para establecer un programa de postgrado en administración pública y negocios, y actualizar el plan de estudios para la gestión hotelera y el desarrollo del turismo en apoyo de las industrias más importantes del país.  Durante esta década, USAID también invirtió en la mejora de la supervivencia infantil y juvenil.  Save the Children recibió una subvención de 4,6 millones de dólares para iniciar un programa de rehidratación oral, inmunización, control de natalidad y nutrición.

Medio ambiente: En el último año de la década, la USAID apoyó la protección del medio ambiente para reforzar la capacidad del gobierno dominicano de gestionar eficazmente los recursos naturales del país y establecer un modelo de conservación del suelo y el agua que pudiera utilizarse para frenar la degradación de los recursos naturales de la nación.  El proyecto de Gestión de Recursos Naturales (NARMA, por sus siglas en inglés) se firmó bajo la premisa de que los agricultores de las laderas eran los principales responsables de la erosión del suelo, cuando en realidad la erosión del suelo es un proceso natural y está causada por la agricultura, la construcción de carreteras y la deforestación.

La asistencia a la agricultura y el desarrollo económico han formado parte del trabajo de USAID en la República Dominicana durante los últimos 60 años. Fotografía: USAID/República Dominicana

Los años 90 y el inicio de las estrategias para el desarrollo

Desarrollo económico: El proyecto de Co-financiamiento de las Organizaciones Voluntarias Privadas ( PVO) iniciado en 1990 fue uno de los proyectos más exitosos de la USAID hasta la fecha.  En el marco de esta actividad, la USAID trabajó con 17 organizaciones no gubernamentales para llevar a cabo proyectos que mejoraron las condiciones económicas y sociales de los dominicanos en todo el país.  USAID aportó 7,1 millones de dólares, y las organizaciones no gubernamentales y las comunidades dominicanas contribuyeron con 8,7 millones de dólares para financiar actividades de salud, educación, generación de empleo, gestión de recursos naturales, desarrollo comunitario y otros sectores productivos y sociales.  

Educación: En 1990, la USAID concedió una subvención a Acción para la Educación Básica (EDUCA) con el fin de mejorar la calidad del sistema educativo dominicano, estableciendo una capacidad administrativa dentro de EDUCA para implementar programas de formación y producir materiales didácticos para la educación primaria.  La directora ejecutiva de EDUCA, Jaqueline Malagón, que más tarde se convertiría en Secretaria de Educación, fue una de las principales ejecutoras de este programa.  El proyecto de Iniciativas Privadas en Educación Primaria (PIPE) movilizó el apoyo del sector privado y aprovechó los fondos de subvención concedidos a EDUCA.  Esta campaña obligó al gobierno y a los líderes políticos de la oposición a respaldar el Plan Decenal de Educación.  La segunda fase del programa incluyó el concepto de "Adopte una escuela", con empresas patrocinando escuelas, financiando mejoras y donando libros de texto.  

Salud: Uno de los principales retos a los que se enfrentaba la República Dominicana es la epidemia por VIH.  Durante los años 90, la USAID comenzó a trabajar directamente con el gobierno dominicano y las organizaciones no gubernamentales para abordar este problema.  La agencia concedió una subvención de 2,3 millones de dólares a la Secretaría de Salud Pública para reducir la tasa de infección del VIH/SIDA mediante la prevención, haciendo hincapié en la educación pública y la distribución de anticonceptivos.  Una campaña educativa, financiada a través del Programa Nacional de Control de Enfermedades de Transmisión Sexual (PROCETS), ganó premios internacionales y fue presentada como modelo mundial.  

Democracia y gobernabilidad: Otro de los retos a los que se enfrentaba el país en la década de 1990 era la necesidad de una sociedad más democrática.  La USAID financió el Proyecto de Iniciativas Democráticas que tenía tres áreas prioritarias: a) programa educativo para fomentar una amplia participación en el proceso democrático; b) programa de reforma institucional para modernizar el Gobierno de la República Dominicana en las áreas de reforma electoral y judicial y prestación de servicios sociales; y c) bancos de datos y encuestas censales.  Durante esta década, la USAID también trabajó con la sociedad dominicana en el sector de la justicia.  Por ejemplo, el porcentaje de presos sin juicio ni sentencia se redujo de un 88% en 1996 a un 71% en 1997, en parte gracias a la asistencia de la USAID en la identificación de retrasos excesivos y obstáculos sistémicos en el sistema de justicia.  Esta tasa de reducción en un período de un año fue realmente notable.  Asimismo, la asistencia de la USAID en materia de educación cívica a través del Proyecto Iniciativas Democráticas incluyó el apoyo a 24 actividades y 15 eventos, centrados en temas como la participación de la mujer, la descentralización y cuestiones relacionadas con el trabajo, que beneficiaron a más de 191,000 residentes dominicanos.

 

Recuperación en caso de desastres: El huracán Georges, considerado uno de los desastres naturales más devastadores que ha afectado a la República Dominicana, golpeó el país el 22 de septiembre de 1998.  Casi el 70% del país sufrió daños importantes.  La USAID respondió con ayuda inmediata en la recuperación a corto plazo y reconstrucción a largo plazo.  Los recursos totales tras el huracán ascendieron a 76 millones de dólares.  Estos fondos ayudaron a las personas más afectadas a recuperarse de la destrucción y a prepararse mejor para responder a futuras catástrofes a nivel nacional y comunitario. 

Aunque varios donantes bilaterales e internacionales participaron en los esfuerzos de ayuda inmediata, el Gobierno estadounidense fue el único donante bilateral importante que mantuvo el rumbo para asociarse con el gobierno dominicano, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales para ayudar a las víctimas vulnerables del huracán a recuperarse.  Alrededor de 1,2 millones de personas, que representan alrededor del 15% de la población, se beneficiaron directamente en las cinco áreas del programa (salud, refugio, alimentos, reactivación económica y mitigación de desastres) y el 99,5% de los fondos del programa se gastaron en un tiempo récord.  El seguimiento intensivo de la Misión de la USAID, junto con la rápida actuación decisiva para resolver los problemas de ejecución y reprogramar los fondos, permitió alcanzar con éxito los objetivos en todas las áreas. 

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Launch of the reconstruction program after the passing of Hurricane Georges in 1998. Credit: USAID/Dominican Republic
Launch of the reconstruction program after the passing of Hurricane Georges in 1998. Credit: USAID/Dominican Republic

Lanzamiento del programa de reconstrucción tras el paso del huracán Georges en 1998. Fotografía: USAID/República Dominicana

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USAID Mission Director in the 2000s, Elena Brineman, discusses economic growth opportunities in the Dominican Republic. Credit: USAID/Dominican Republic

Desarrollo en el nuevo milenio: Alianzas en la década del 2000

Los proyectos e iniciativas que avanzaron en el nuevo milenio se basaron en el Plan Estratégico 1997 - 2002 de la USAID.  Después de las elecciones presidenciales de 1996, la USAID quiso abordar dos grandes preguntas en su estrategia de trabajo: "¿Cómo podría la agencia mantener el impulso del cambio democrático tras las primeras elecciones libres y transparentes celebradas en 1996?" y "¿Cómo ayudar a un gobierno con mentalidad reformista a ocuparse de los sectores sociales descuidados durante tanto tiempo?". Los objetivos de la nueva estrategia de la USAID se centraron en asegurar que los dominicanos vulnerables obtuvieran y compartieran los beneficios del futuro crecimiento económico, lograran una democracia más participativa y mejoraran las condiciones de salud de las poblaciones vulnerables.  

Crecimiento económico: La USAID continuó sus esfuerzos para fomentar un crecimiento económico de base amplia, centrándose en la promoción de reformas políticas que mitiguen la pobreza.  La USAID financió una "Hoja de Ruta del Inversionista" que identificó los principales obstáculos administrativos para los inversionistas.  La agencia también financió varios estudios sobre la racionalización de las asignaciones del presupuesto nacional para los sectores sociales. Estos estudios ayudaron a aumentar el gasto social, mejoraron la calidad de las estadísticas de población activa del Gobierno y permitieron al Banco Central patrocinar debates abiertos sobre las tasas de desempleo del país.  

Democracia y gobernabilidad: La USAID continuó su esfuerzo por fortalecer el estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, estableciendo un programa de administración de justicia para modernizar los tribunales y fortalecer la defensa pública.  La USAID también trabajó con Participación Ciudadana y otras organizaciones de la sociedad civil para aumentar y fortalecer la acción cívica y participar como observadores electorales certificados.  Además, la USAID también reformó el sector justicia ayudando a establecer la Escuela de la Magistratura, que posteriormente fue premiada como la mejor Escuela Judicial Iberoamericana en 2004.  Desde 2007, el respeto de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y la transparencia y la gobernabilidad en las instituciones públicas, así como combatir la corrupción, siguen siendo áreas de atención importantes para las relaciones bilaterales de Estados Unidos. 

Salud: La USAID puso en marcha la estrategia "Aumento del uso de servicios eficaces de atención sanitaria preventiva" para mejorar el conocimiento y el acceso a los servicios que reducen el riesgo de ETS/VIH/SIDA; prestar servicios de planificación familiar y otros servicios de salud reproductiva; mantener los sistemas nacionales de salud preventiva; y, aumentar el apoyo a los sistemas comunitarios rurales de agua y saneamiento.  El proyecto de prevención del VIH/SIDA/ITS de USAID (Acción SIDA) también dio lugar a un importante nivel de concienciación y educación sobre las mejores prácticas sanitarias a nivel comunitario.  Los padres y las madres, así como los líderes de la comunidad, fueron sensibilizados y educados sobre los objetivos y las metas del proyecto y su posible impacto en los jóvenes.  La respuesta de los padres fue favorable porque el proyecto fomentó la participación de sus hijos.  Este proyecto llegó a más de 3,000 personas que viven con el VIH y a más de 10,000 personas de la población general.  Siendo el mayor donante bilateral, la ayuda del gobierno de Estados Unidos contribuyó a combatir el tráfico de drogas y la delincuencia.  

En la década de 2000, la cartera de la USAID en la República Dominicana fue de 177 millones de dólares en el marco del actual Acuerdo de Asistencia Bilateral, que incluye cuatro iniciativas presidenciales estadounidenses, el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), Feed the Future (FTF), la Iniciativa de Cambio Climático Global (GCCI) y la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe (CBSI, por sus siglas en inglés).   

Gobernabilidad: En los últimos años de la década de 2000, la programación de USAID en la República Dominicana se alineó con las prioridades de la Estrategia Nacional de Desarrollo del país y contribuyó a mejorar la gobernabilidad y la seguridad ciudadana, reducir la corrupción, proteger los recursos naturales y mitigar los efectos del cambio climático global.  Además, la USAID ayudó a ampliar el acceso equitativo a la atención sanitaria de calidad, a impulsar los servicios de tratamiento y prevención del VIH/SIDA y a reforzar las prácticas de atención sanitaria materno-infantil.  La USAID mejoró la calidad de la educación pública primaria mediante la formación de profesores y la promoción de reformas de la educación pública; y proporcionó a los jóvenes en situación de riesgo habilidades para la vida, formación profesional y oportunidades de empleo. 

 

Cumpliendo 50 años.  ¿Qué ha hecho la USAID en la última década? 

En la última década, la USAID ha seguido centrándose en la prestación de servicios sanitarios eficientes y eficaces, la promoción de los derechos humanos y la seguridad ciudadana, el apoyo a la gobernabilidad y la mitigación ante amenazas climáticas.  

Medio ambiente y desarrollo: Para ayudar a la República Dominicana en su camino hacia la prosperidad, hay que reducir las amenazas climáticas y la contaminación.  Para lograrlo, la USAID ha ayudado a entrenar a 239 pescadores y agricultores en enfoques de agricultura sostenible y pesca responsable, a mejorar sus beneficios económicos derivados de la gestión sostenible de los recursos naturales y a mejorar la gestión de más de 5,500 hectáreas de ecosistemas de importancia biológica en el norte de La Española.  

En esta década, la USAID también colaboró con un socio de larga data, el Centro de Operaciones de Emergencia, a través de donaciones, entrenamientos y el desarrollo de una aplicación para proporcionar a los usuarios avisos climáticos, alertas y otras advertencias.  Esta aplicación también permite al Centro de Operaciones de Emergencia recibir notificaciones directamente de los usuarios para ayudar al centro a actuar rápidamente en caso de una emergencia.  Además, la USAID se centró en actividades para fortalecer las relaciones con el sector privado en programas como Baseball Cares, Engendering Industries y Cultivo Sostenible del Cacao.  

Juventud: En 2012, el Proyecto de la USAID Alerta Joven ha brindado oportunidades para que los jóvenes vulnerables de comunidades afectadas por la delincuencia y con bajos ingresos pudieran romper el ciclo de la delincuencia y la violencia, y trazar un camino hacia un futuro mejor.  Hasta la fecha, el proyecto ha llegado a más de 155,000 beneficiarios, lo que ha permitido mejorar la participación escolar, el espíritu empresarial, el desarrollo positivo de los jóvenes, el aumento de sus medios de subsistencia y su calidad de vida.  Más de 18,000 jóvenes participaron en programas de emprendimiento, más de 65,000 participaron en programas de prevención de la salud para aumentar su calidad de vida, y con el apoyo de los programas de formación profesional más de 8,000 jóvenes consiguieron mejores empleos.  

Salud: A través del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), la USAID se ha centrado en trabajar con el gobierno de la República Dominicana, así como con organizaciones no gubernamentales y comunitarias, para lograr el control de la epidemia del VIH.  Gracias a este apoyo, la USAID ha podido proporcionar servicios de pruebas del VIH a más de 282,000 pacientes, ha apoyado a más de 9,000 para que empiecen el tratamiento antirretroviral que salva vidas y ha logrado la supresión viral de más de 9,600 pacientes, lo que garantiza que los pacientes se mantengan sanos y vivan más tiempo, y reduce en gran medida sus posibilidades de transmitir el VIH a otras personas.  

En la década de 2010, la asistencia de la USAID al Ministerio de Salud dominicano también ayudó a eliminar a los trabajadores fantasmas e implementó un sistema nacional de gestión del desempeño en catorce hospitales.  El ahorro de costos se reinvirtió para apoyar la dotación de personal, comprar medicamentos y suministros necesarios, reparar y renovar las instalaciones de salud y aumentar el acceso a los servicios de atención primaria.  La USAID también apoyó el desarrollo de una Estrategia Nacional de Preservativos, distribuyó más de 185 millones de preservativos, aumentó la disponibilidad de medicamentos en los centros de salud de un 81% a un 92%, y contribuyó a un aumento significativo del uso del preservativo entre las poblaciones clave.  

La USAID también apoyó al sector salud dominicano con su proyecto de Zika entre 2016 y 2019.  El programa ayudó a capacitar a más de 200 proveedores de salud en 17 hospitales de alto volumen, a difundir mensajes de prevención en más de 54,000 visitas domiciliarias y a apoyar a más de 100 familias con bebés afectados por el virus del Zika.  Esto ayudó al pueblo dominicano a establecer procesos y procedimientos de la cadena de suministro de emergencia y a estar preparados para responder a los virus transmitidos por los mosquitos y otras amenazas para la salud pública.  

Democracia y Gobernabilidad: La USAID ha estado trabajando con el gobierno dominicano y con instituciones de la sociedad civil para garantizar el acceso a los servicios de justicia, orientar, formar y ayudar a los representantes de la Policía Nacional Dominicana a incorporar las mejores normas y prácticas; y estructurar diálogos con las comunidades para construir relaciones que promuevan la credibilidad y la confianza con la policía.  En 2005, la USAID apoyó la creación del proyecto piloto de las Casas Comunitarias de Justicia, que en 15 años han ayudado a más de 460,000 personas a acceder a la justicia de forma fácil y rápida, sin coste y con un trato humano.  

La USAID ayudó a la Policía Nacional Dominicana a desarrollar una política que ofrece recomendaciones para la inclusión, la accesibilidad y el reconocimiento mutuo, y 23 personas fueron formadas en el modelo de cultura policial y relación con la comunidad LGTBI, que garantiza que las poblaciones vulnerables y marginadas sean reconocidas y tengan acceso a los servicios policiales.  

Las iniciativas anticorrupción también han formado parte del trabajo de la USAID en los últimos años.  Entre 2017 y 2021, la USAID impartió formación anticorrupción a más de 1,500 funcionarios públicos.  La agencia también ha proporcionado asistencia técnica para fortalecer la capacidad institucional de instituciones gubernamentales clave para prevenir y combatir la corrupción.  Otro paso importante que la USAID ha apoyado es el desarrollo de más de 158 mesas de seguridad ciudadana en todos los municipios de la República Dominicana.  Estas mesas ayudan a las organizaciones de la sociedad civil, a los gobiernos municipales, al sector privado, a los grupos comunitarios y a las organizaciones religiosas a unir esfuerzos para promover la seguridad ciudadana en sus comunidades.  

Las personas LGBTI y las personas con discapacidad también han formado parte de la asistencia de la USAID en la década de 2010.  La USAID ayudó a formar y apoyar a más de 260 organizaciones de derechos humanos para asistir a las poblaciones vulnerables de la comunidad LGBTI, ayudar a más de 2,000 defensores de los derechos humanos a apoyar a la comunidad cuando acceden al sistema de justicia, y proporcionar oportunidades económicas para aumentar sus medios de vida.  

Educación: En el sector de la educación, USAID ha contribuido a mejorar las habilidades de lectura de más de 286,000 estudiantes en más de 380 escuelas; ha desarrollado más de 645,000 materiales de lectura y guías para profesores que se dirigen precisamente a potenciar las habilidades de alfabetización; y ha formado a más de 2,000 profesores sobre las mejores prácticas para una enseñanza eficaz de la lectura en casi seis años de aplicación.  
Estos éxitos demuestran cómo USAID ha apoyado el crecimiento y la prosperidad de la República Dominicana.  
 

Vecinos, socios y amigos. ¿Qué hará la USAID por el desarrollo de la República Dominicans en el futuro?

En el marco de la estrategia de país 2020-2025 de USAID para la República Dominicana, la Agencia invertirá 251 millones de dólares para promover la seguridad, la inclusión, la transparencia y la gobernabilidad efectiva en el país.  A través de sus programas e iniciativas, USAID está trabajando para promover una República Dominicana más segura e inclusiva.  Hemos sido, somos y seremos siempre vecinos, socios y amigos del pueblo dominicano. 
 
Nuestro trabajo en la República Dominicana a través de USAID refleja nuestro firme apoyo al país mientras busca implementar reformas institucionales que le permitan avanzar como líder en la región y como ejemplo de democracia, justicia y transparencia. Mirando hacia atrás todo lo que hemos logrado juntos, hay realmente mucho que celebrar.