Despertar de una pesadilla
"El Refugio de la Niñez me devolvió mis derechos"
La siguiente historia es un relato real de trata de personas en Guatemala. La historia de la sobreviviente es única y no debe explotarse. Para garantizar su seguridad y bienestar no revelaremos nombres reales, detalles personales ni datos específicos que puedan ponerlos en peligro.
Mientras sostiene a su hijo de un año en brazos, Eva, de quince años, puede por fin respirar con tranquilidad. No siempre fue así. Cuando era pequeña, su padre la obligó a trabajar en las calles para ganar dinero. Su calvario solo había comenzado.. A los cinco años, sin estar inscrita legalmente en el registro de personas, fue vendida como esclava sexual. Esta sería la pesadilla de Eva durante los siguientes nueve años.
Nacida en Antigua, Guatemala, Eva se mudaba con frecuencia alrededor del país debido a su inestable vida familiar. Al principio le resultaba extraño, pero acabó normalizando su estilo de vida itinerante. Tras unos años trabajando en la calle para su padre, se fue a vivir con su madre con la esperanza de poder ir a la escuela y tener una infancia normal. Pero Eva no tardó en sufrir maltrato físico en manos de su madre y en verse obligada a prostituirse para pagar la adicción al alcohol de su madre.
Un día, una mujer extranjera se hizo amiga de la niña, mostrándole un tipo de bondad que ella no sabía que existía. La mujer se aprovechó de la situación de abuso y falta de registro legal de Eva y cultivó una relación de confianza. Eva fue manipulada y convencida de huir con la extranjera para empezar una vida nueva y segura juntas. Eva creía que por fin había encontrado una figura materna que se preocupaba de verdad por ella.
La adolescente tenía la impresión de que iría a la escuela, pero Eva pronto se encontró cautiva en un bar, obligada a consumir alcohol y pasada de mano en mano para ser abusada por los clientes masculinos. Esta tortura de ser explotada sexualmente continuó durante varios años, hasta que Eva no pudo soportarlo más y decidió que prefería morir intentando escapar que vivir aterrorizada.
Una compañera de trabajo de Eva prometió ayudarla a escapar, aunque sabía que hacerlo pondría en peligro su vida. El 31 de diciembre, las jóvenes escaparon antes del amanecer y se encontraron esperando ansiosamente en la estación de Escuintla, pero no había autobuses. De repente, Eva reconoció el vehículo de sus captores que se acercaba y empezó a gritar pidiendo ayuda, pero esta nunca llegó. Antes de que pudiera huir, metieron a las jóvenes en el vehículo y las amenazaron con matarlas por escapar. Mientras arrastraban a su compañera de vuelta al bar, Eva luchó negándose a salir del vehículo y suplicó que le permitieran ver a su familia durante una noche. Los secuestradores la dejaron en casa de su padre para pasar el día y amenazaron con matarla si no regresaba.
Al llegar a casa de su familia, Eva se dio cuenta de que estaba embarazada y sabía que su padre la mataría si se enteraba. Una vez más, la joven solitaria huyó a casa de su madre para buscar refugio y esconderse de sus captores. Cuando su madre descubrió el embarazo de su hija, le dijo a Eva que había avergonzado a la familia. Sin que Eva lo supiera, su madre volvió a traicionar a su hija y la adolescente embarazada fue obligada de nuevo a prostituirse por su madre.
La verdad es que me sentí más triste y decepcionada con mi familia", explica Eva.
La futura madre se dio cuenta de que dependía de ella romper este ciclo familiar de abuso y desapareció para salvar su vida y la de su bebé.
... Pensé que iba a salir y estar en un entorno tranquilo, me di cuenta de que mi propia familia eran mis agresores", dijo Eva.
Eva se quedó sin hogar y decidió pedir ayuda a la Policía Nacional Civil. Bajo la presión del momento se desmayó, por lo que fue trasladada al Hospital Nacional Pedro de Bethancourt de Antigua Guatemala. Los agentes trasladaron a la alterada adolescente a la Procuraduría General de la Nación -PGN- para el trámite de protección respectivo.
El 18 de marzo de 2021 fue trasladada al Juzgado de Paz en el que se determinaron las medidas de protección y la adolescente embarazada fue albergada de inmediato en el Centro de Protección Amor sin Fronteras de El Refugio de la Niñez. Eva recibió atención especializada y apoyo en su camino hacia la recuperación. A Eva le aterrorizaba que la llevaran a un refugio porque había oído historias de violencia en estos lugares, pero se dijo a sí misma:
Prefiero que me peguen a que mi familia me prostituya".
Pronto se dio cuenta de que El Refugio de la Niñez era su refugio seguro y Eva pudo por fin relajarse. El bebé de Eva nació en el refugio, y ambos han recibido la atención médica necesaria para su recuperación física. Su hijo Luis es la alegría de su vida, y su personalidad extrovertida la llena de risas.
El Refugio de la Niñez inscribió inmediatamente a Eva en el Registro Nacional de las Personas y aseguró sus documentos de identificación personal. El equipo jurídico de El Refugio de la Niñez también presentó una denuncia formal por el delito de trata de personas contra los autores ante la Fiscalía Especial contra la Trata de Personas del Ministerio Público. Con el apoyo de la psicóloga del refugio, Eva pudo iniciar su recuperación emocional, y finalmente pudo presentar su propia declaración contra sus captores, lo que ayudó a que finalmente se dictara sentencia condenatoria. Los dos tratantes recibieron sentencias de 11 y 8 años de prisión, respectivamente, y una multa de Q.300,000.00 cada uno.
Derivado de que la adolescente no contaba con un documento de identificación personal, nunca había ingresado al sistema educativo y no fue sino hasta que ingresó a El Refugio de la Niñez que fue inscrita y actualmente cursa tres grados al mismo tiempo (primero, segundo y tercero de primaria) a través de modalidades flexibles de educación. Eva está motivada y comparte que quiere prepararse para ser enfermera.
La adolescente sigue siendo atendida en el albergue, gracias a lo cual está trabajando en su proyecto de vida y preparándose para reunirse con su familia extendida (abuela y tío) y reintegrarse en la comunidad.
Cuando se le preguntó si Eva se identificaba como víctima o sobreviviente, pensó en silencio y respondió con seguridad:
Soy una sobreviviente ".
USAID y El Refugio de la Niñez apoyan a los jóvenes que han sido víctimas de la violencia o de las redes de trata,proporcionándoles servicios de reintegración y protección, mejorando la prevención y la protección contra la trata y reforzando la capacidad del Gobierno de Guatemala.
La trata de personas es un delito mundial que consiste en esclavizar y deshumanizar a una persona. Según el informe 2022 Trata de Personas, a menudo los miembros de la familia están implicados en la explotación de las víctimas infantiles. La historia de Eva es un caso excepcional, en términos de acceso a la justicia para la madre adolescente. Muchas víctimas no tienen acceso al sistema judicial y, por tanto, no pueden procesar a sus agresores. En poco tiempo se consiguió una condena contra los agresores de Eva, gracias al trabajo coordinado de los abogados de El Refugio de la Niñez con la Fiscalía contra la Trata de Personas.
Es fundamental que las víctimas sepan que existen vías de escape y busquen la ayuda que necesitan para reiniciar sus vidas. Como dice Eva,
No tengas miedo de pedir ayuda, hay muchas alternativas".
Cualquier persona que necesite ayuda o quiera denunciar casos de violencia sexual, explotación y abuso infantil puede ponerse en contacto con la Procuraduría General de la Nación. Tel. 1546, Ministerio Público. Tel. 1572, Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas -SVET-. Tel. 2504-8888, El Refugio de la Niñez. Tel. 2294-6200
Acerca de esta historia
Escrita por: Zeina Dubray, Directora Creativa para USAID/Guatemala
El proyecto fortalece las capacidades nacionales para brindar servicios de protección a víctimas de trata de personas y niñez migrante no acompañada, así como prevenir la trata de personas y la migración irregular en Guatemala. El proyecto brinda atención integral a niñas y adolescentes víctimas de trata en el centro de protección especial Amor sin Fronteras, incluyendo servicios de atención médica, educación, apoyo psicosocial, hospedaje, recreación y acompañamiento legal. La asistencia se basa en un enfoque centrado en la víctima, el trauma y la restitución de los derechos humanos.
Para saber más sobre el trabajo de USAID con El Refugio de la Ninez, puede consultar este artículo publicado por la Universidad de Georgetown.