La transformación de Perú en los últimos 20 años constituye una notable historia de éxito en su desarrollo como país, así como en cuanto al rol de la cooperación de USAID. El Perú se ha consolidado gradualmente como una fuerza estable y un socio confiable de los Estados Unidos en la región latinoamericana. El progreso del Perú demuestra los méritos del camino elegido por el país, enfocado en un desarrollo basado en una economía de mercado, una forma de gobierno democrática y el uso de soluciones locales para los problemas particulares del país.
Desde el punto de vista de nuestra Agencia, Perú es un ejemplo emblemático de lo que el nuevo Marco de Políticas de USAID denomina el “camino a la autosuficiencia”, es decir el avance sostenido de un país hacia un estado en el cual éste sea plenamente capaz de planear, financiar e implementar sus propias soluciones a sus desafíos de desarrollo.
Este Marco de Políticas establece que, en los países con mayor avance relativo, como es el caso del Perú, USAID buscará una “transición estratégica” de su trabajo. Esta transición estratégica no implica el término de la presencia de USAID, sino el cambio de sus roles y modalidades de trabajo en el país de manera que: (a) sean consistentes con la mayor capacidad (recursos, instituciones, personas) y compromiso (políticas, prácticas, inclusión) del país; y (b) se enfoquen en las áreas que representen desafíos pendientes significativos y/o posibles riesgos que pudiesen conllevar un retroceso en el camino a su desarrollo.