Atendemos las necesidades más importantes de las comunidades identificadas a través de un proceso de planificación comunitaria inclusiva, brindando oportunidades comerciales con inclusión de género. Les proveemos con insumos y capacitación para iniciar la producción de huevos, lo que estimula el emprendimiento rural.
Para las mujeres, el negocio está ayudando a generar trabajo digno y productivo, lograr la igualdad de género, reducir la pobreza y asegurar economías y comunidades más fuertes. Para las productoras de huevo la finca ha ayudado económicamente y con autoestima, ya que forman parte de una nueva red de negocios en su comunidad.
Cada finca es una pequeña empresa, y las mujeres han organizado en conjunto su comercialización y compra de insumos, logrando mejores precios. También se anima a las redes empresariales a ahorrar juntas de forma regular. Las redes de empresas de huevos permanecerán mucho tiempo, ya que las mujeres seguirán siendo productivas, ahorrarán, renovarán y aumentarán su población de gallinas, proporcionando a las comunidades economías más sólidas y los medios para liderar sus propios esfuerzos de desarrollo.