USAID ha trabajado con Ecuador desde 1961 para avanzar en el desarrollo económico y social de Ecuador, preservar su medio ambiente, responder a desastres naturales y enriquecer la vida de cientos de miles de ecuatorianos. Aunque USAID cerró su Misión en Quito en septiembre de 2014, continuó apoyando el trabajo para mejorar las vidas de los ecuatorianos sin interrupciones.
Tras su toma de posesión en mayo de 2017, el presidente Lenín Moreno acogió con satisfacción una mayor cooperación internacional, incluso con los Estados Unidos. USAID correspondió estos pasos de bienvenida al reiniciar su asociación con el Gobierno de Ecuador (GdE) a través de un Memorando de Entendimiento firmado en mayo de 2019 por el Administrador de USAID, Mark Green, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, José Valencia.
USAID ahora está volviendo a comprometerse con Ecuador abriendo una oficina en Quito en 2020, negociando un Convenio de Donación entre los Estados Unidos de América y el Gobierno de la República del Ecuador (DOAG por sus siglas en Inglés) y ampliando sus programas bilaterales y regionales en el país para demostrar su compromiso de ayudar a Ecuador en su camino a la autosuficiencia. Este Marco Estratégico no prevé un retorno a los altos niveles de financiamiento establecidos antes del cierre de la Misión, dados los cambios en la estrategia de desarrollo global de USAID, reflejados en su Marco de Camino hacia la Autosuficiencia. La participación de USAID continuará siendo catalizadora para apoyar la autosuficiencia de Ecuador mediante el desarrollo de la capacidad local, al tiempo que se expanden las alianzas con las partes interesadas nacionales e internacionales, así como el sector privado, otros países donantes, diferentes organizaciones de la sociedad civil (OSC) y el mundo académico.
Si bien Ecuador se ubica en el cuadrante superior de capacidad y compromiso en su hoja de ruta país en el Camino hacia la Autosuficiencia (J2SR por sus siglas en Inglés), el país continúa enfrentando importantes desafíos de desarrollo. Estos incluyen la reconstrucción de estructuras democráticas, la protección de su medio ambiente, la creación de condiciones favorables para el crecimiento económico acelerado, incluida la inversión y el empleo, la integración de una gran afluencia de migrantes en su sociedad y economía, la promoción de la iniciativa empresarial, el empoderamiento económico y la inclusión social de las mujeres, y la respuesta a los impactos a mediano y largo plazo de la pandemia de COVID-19, y otros desafíos de salud. La hoja de ruta de Ecuador demuestra la fortaleza de la sociedad civil y la efectividad de los medios. Al aprovechar estas fortalezas, USAID y los socios locales tendrán la oportunidad de impactar otras áreas donde los puntajes de Ecuador son más bajos, como la capacidad del gobierno, el entorno empresarial y la gobernanza responsable. Una sociedad civil y medios de comunicación fuertes pueden influir en gran medida en la conciencia del acceso a los derechos y la buena gobernanza, así como involucrar al sector privado para promover un crecimiento económico sostenible que mejore el entorno propicio para los negocios al tiempo que incorpora el cumplimiento ambiental y la transparencia corporativa. Los recientes enlaces del Ecuador con otros países donantes han dejado desafíos duraderos, ya que el Ecuador se enfrenta a acuerdos desfavorables y opacos que se han vuelto más onerosos por las recientes caídas históricas en el precio del petróleo, y porque no han logrado entregar los resultados prometidos. USAID ofrecerá un modelo más abierto e inclusivo que el GdE pueda proporcionar para un desarrollo económico sostenible que equilibre adecuadamente los derechos de su gente y su medio ambiente. Otra estrategia que USAID empleará para aumentar la sostenibilidad de su programación será aumentar la participación del sector privado en los programas para garantizar la aceptación de las empresas ecuatorianas y multinacionales. El Marco Estratégico de cinco años de USAID se centrará inicialmente en programas bilaterales en los sectores de democracia, medio ambiente y energía, dejando abierta la posibilidad de trabajar en sectores adicionales críticos para el exitoso camino de Ecuador hacia la autosuficiencia, incluyendo el desarrollo económico y social, la educación, y apoyo para la integración socioeconómica a largo plazo de los migrantes en las comunidades de acogida, si se dispone de financiación.
